jueves, 20 de marzo de 2008

JORGE ELIECER GAITAN AYALA

(1898 - 1948)

Jorge Eliecer Gaitán nació un 23 de enero de 1898 y murió un 9 de abril de 1948, vivió exactamente 50 años.

Se polemiza sobre su lugar de origen.

Hay quienes dicen nació en Bogotá, en el barrio "Las cruces" en el año de 1898, a pesar de ello el municipio de Manta (Cundinamarca) se suele señalar como el verdadero lugar de origen.

Político y abogado colombiano, alcalde, ministro, congresista y popular candidato del partido liberal a la Presidencia de la República para el periodo 1950-1954, con altas probabilidades de ser elegido presidente en los comicios de 1949 debido a su gran apoyo popular, en particular de la clase media y baja.

Su asesinato en Bogotá produjo enormes protestas populares conocidas como El Bogotazo, y posteriormente La Violencia que se extendió por buena parte del país.

Para muchos colombianos, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán Ayala el 9 de abril de 1948 se convirtió en un suceso desequilibrador, después del cual no ha sido posible recuperar la estabilidad política en Colombia.

Otros coinciden en señalar que este hecho partió en dos nuestra historia contemporánea. De esta manera, es posible determinar el impacto de Gaitán a lo largo de tres décadas durante las cuales fue protagonista político.

No es exagerado considerar que las clases subalternas, tradicionalmente excluidas del escenario político, encontraron en Gaitán su mejor representante e intérprete, circunstancia que le permitió generar un movimiento de masas sin precedentes en la historia de Colombia, y que muchos en su momento identificaron, no equivocadamente, como revolucionario.

Este líder popular, que emergió en un contexto histórico de grandes transformaciones económicas y sociales del país, ligadas al proceso de modernización capitalista, se constituyó no sólo en uno de los principales protagonistas de la vida política, sino en el gran transformador de las prácticas políticas en Colombia.

Su padre, don Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical, incursionó sin éxito en varios oficios y se dedicó finalmente a la venta de libros usados. Su madre, doña Manuela Ayala de Gaitán, maestra de escuela, era una mujer bastante activa y de ideas progresistas, lo que le ocasionó no pocas dificultades con la Iglesia y los conservadores.

Debido a la precaria situación económica, la familia Gaitán Ayala se vio obligada a trasladarse al barrio Egipto, donde creció Jorge Eliécer, el mayor de los seis hijos de la familia.

Doña Manuela llegó a ser la persona más importante en la formación básica de Gaitán en sus primeros años, en contra, incluso, de la voluntad de su padre, quien exigía la presencia de su hijo en su negocio.

Gaitán ingresó a la educación formal cuando tenía doce años de edad, en una escuela de Facatativá, donde terminó sus estudios primarios en 1911. Sólo en 1913 pudo iniciar el bachillerato en el Colegio Simón Araújo, al cual asistían los hijos de liberales acomodados.

Para un hijo de familia humilde, como lo era Gaitán, este hecho originó una situación bastante incómoda. Sin embargo, cursó allí hasta el penúltimo grado y para el último se matriculó en el Colegio Martín Restrepo Mejía, donde se graduó de bachiller.

Al año siguiente, en febrero de 1920, ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional. Cuatro años más tarde, en 1924, obtuvo su título de abogado con una controvertida tesis: "Las ideas socialistas en Colombia".

Durante sus años de estudiante, Gaitán estuvo en los hechos políticos más destacados del momento; participó en las elecciones presidenciales de 1918 como un entusiasta joven liberal, en apoyo a la candidatura del poeta Guillermo Valencia.

También estuvo presente como orador entre las multitudes que protestaron en marzo de 1919 contra Marco Fidel Suárez por la importación de uniformes para la celebración del primer centenario de la batalla de Boyacá.

Su actividad política la combinó con la difusión de la cultura, especialmente a través de la educación, para lo cual organizó junto con otros compañeros un centro universitario de promoción cultural. Este ensayo no resultó del todo exitoso, pero mereció el reconocimiento de algunos líderes políticos, como Benjamín Herrera, candidato del partido liberal a la elección presidencial de 1922.

El ascenso político de Gaitán le permitió lanzar su candidatura a la Asamblea de Cundinamarca para 1924-1925, y fue elegido diputado. Los primeros años como abogado fueron bastante difíciles por su condición social, pero su capacidad profesional le dio acceso a casos como el de La Ñapa (mujer brutalmente asesinada por un exaltado tumulto), en los cuales demostró su brillantez jurídica.

Pronto logró un reconocimiento profesional y de ese modo realizar su sueño de ir a estudiar a Europa, en la escuela más prestigiosa de Derecho en Italia, dirigida por Enrico Ferri, el penalista más importante del mundo entonces.

En julio de 1926, Gaitán viajó a Italia e ingresó a la Real Universidad de Roma, donde obtuvo el título de doctor en Jurisprudencia, de la Escuela de Especialización Jurídico Criminal.

Su tesis, "El criterio positivo de la premeditación", convertida después en texto de estudio, mereció la máxima calificación (Magna cum laude) y obtuvo además el Premio Enrico Ferri.

El año 1929 fue un año intenso por la agitación política y social que vivía el país.

En marzo, Gaitán fue elegido a la Cámara de Representantes y el 8 de junio encabezó las protestas contra la hegemonía conservadora y la corrupción administrativa de la capital.

Posteriormente viajó a la zona bananera para investigar directamente los sucesos del 5 de diciembre de 1928, que habían concluido con la masacre de trabajadores de la United Fruit Company.

De regreso a Bogotá, en septiembre, se dedicó a denunciar la masacre y las injusticias cometidas en la zona por el gobierno y el ejército oficial.

Las audiencias en la Cámara duraron dos semanas. La labor de Gaitán permitió al país conocer los graves acontecimientos de las bananeras.

Su denuncia se convirtió en un debate público contra el gobierno de Miguel Abadía Méndez y el ejército oficial, y logró, al mismo tiempo, que muchos obreros presos recuperaran su libertad y se reconociera una modernización para las viudas y huérfanos de los trabajadores asesinados.

Como consecuencia del debate de las bananeras, Gaitán se ganó el reconocimiento nacional como figura política en favor de los intereses de los trabajadores.

Con la llegada de Enrique Olaya Herrera al poder en 1930, el papel beligerante de Gaitán le mereció un lugar destacado entre los liberales.

En 1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y presidente de la Dirección Nacional Liberal, además de ser escogido como segundo designado a la Presidencia.

En 1932 fue nombrado rector de la Universidad Libre. En noviembre de ese mismo año viajó por diferentes países latinoamericanos, gira de la cual se destaca su viaje a México, donde tuvo la oportunidad de plantear la posición de Colombia en el conflicto con el Perú, originado por la invasión de este país a Leticia.

Tanto los programas sociales como las reformas constitucionales emprendidas durante la presidencia de Olaya Herrera fueron considerados insuficientes por los liberales de izquierda, entre ellos Gaitán, quien en repetidas ocasiones había presentado propuestas de reformas constitucionales y sociales que para algunos resultaban excesivamente socialistas.

Decepcionado con el gobierno y con algunos sectores oficialistas del liberalismo, decidió romper con el partido en octubre de 1933. Fue en ese momento, cuando Gaitán y Carlos Arango Vélez decidieron fundar la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR).

Gaitán pretendió desarrollar en la UNIR su concepción política, tanto a nivel ideológico como organizativo. Impulsó una acción política permanente, carnetizó a los militantes del movimiento, organizó comisiones locales permanentes, y procuró crear los mecanismos que permitieran una relación estrecha entre los dirigentes y sus partidarios.

Sin embargo, la presión ejercida sobre la UNIR por liberales y conservadores terminó a veces en hechos violentos.

El 4 de febrero de 1934, en Fusagasugá, una manifestación de la UNIR, donde se encontraba Gaitán, fue abaleada por la policía y un grupo de liberales, con un saldo de cuatro muertos. Por otra parte, Gaitán era consciente de las dificultades para la realización del trabajo político por fuera del liberalismo.

Herbert Braun considera que «el regreso de Gaitán al partido liberal fue inevitable. En la oposición se volvía fácilmente clasificable, quedaba aislado de los militantes del partido e iba perdiendo más poder cada día».

El retorno de Gaitán al liberalismo en 1935 fue recibido con beneplácito entre los sectores de la élite bipartidista.

Al año siguiente contrajo matrimonio con doña Amparo Jaramillo.

El 8 de junio de 1936 se posesionó como alcalde de Bogotá. En sus escasos ocho meses de gestión, realizó una administración dinámica durante la cual pretendió introducir cambios en la ciudad en obras públicas y viales, actividades culturales, campañas de salubridad e higiene y vivienda para los trabajadores.

Sin embargo, medidas como pretender uniformar a los conductores de vehículos públicos y la oposición de algunos sectores políticos presionaron la salida de Gaitán de la Alcaldía.

El 23 de febrero de 1937 falleció doña Manuela Ayala, lo cual afectó profundamente a Gaitán. «Si algo me faltara, ahí está lo primero, la sombra de quien fue mi todo, la dulce maestra de escuela, hoy peregrina de la eternidad, que con su ejemplo supo enseñarme que en el camino del bien, lo imposible no es sino lo difícil mirado por ojos donde no ha nacido la fe y ha muerto la esperanza», dijo sobre ella. Ese mismo año, en el mes de septiembre, nació su única hija, Gloria.

Entre 1938 y 1940 Gaitán realizó algunos viajes internacionales y continuó desarrollando su actividad jurídica.

En 1939 fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia. En febrero de 1940 reapareció en la vida pública, esta vez como ministro de Educación del gobierno de Eduardo Santos, cargo que ocupó por el breve lapso de ocho meses.

Desde el ministerio, Gaitán pretendió introducir una reforma integral de la educación, proyecto que fue rechazado por el Congreso. Sin embargo, realizó acciones inmediatas para atender problemas como el analfabetismo, y adelantó campañas de difusión y democratización de la educación y la cultura.

En 1941 Gaitán formó parte del grupo contra la reelección de Alfonso López Pumarejo. En abril del año 42, fue elegido senador por el Departamento de Nariño, y en septiembre fue nombrado presidente del Senado.

Durante la presidencia interina de Darío Echandía, Gaitán fue miembro del gabinete como ministro de Trabajo, entre el mes de octubre de 1943 y junio de 1944. Como ministro, recorrió los sitios de mayor concentración obrera, como el río Magdalena y Medellín.

En 1944, Gaitán decidió lanzar su candidatura presidencial e inició una vertiginosa carrera política que sólo pudo ser contenida con su asesinato en el año 48.

Esta vez, recordando su frustrada experiencia en la UNIR, decidió mantenerse en el partido liberal y construir un movimiento que algunos han denominado Movimiento Gaitanista.

Otra de las razones por las cuales Gaitán no se retiró del liberalismo, la explica ampliamente Herbert Braun: «Si hubiera mantenido su independencia abandonando el partido liberal, los convivialistas (oligarquías) lo habrían excluido, tanto física como ideológicamente [...] Gaitán escandalizó a los jefes tradicionales, poniéndolos constantemente a la defensiva y estableciendo así los vínculos con el pueblo que era el origen de su poder».

Su campaña, iniciada con la consigna «Por la Restauración Moral y Democrática de la República», pretendía construir un proyecto político antioligárquico, que enfrentaba por igual a la oligarquía liberal y a la conservadora.

La disciplina y organización de masas del movimiento gaitanista desconcertaba a los sectores políticos tradicionales, que observaban con asombro la rapidez con que el movimiento fue alcanzando un cubrimiento nacional.

En mayo de 1944, los gaitanistas contaban con su propio periódico: Jornada.

Tras una magnífica labor de organización, que duró varios meses, se realizó una convención popular y democrática a lo largo de una semana. La convención concluyó el domingo 23 de septiembre de 1945, en la Plaza de Toros de Bogotá, donde se proclamó a Gaitán como candidato del pueblo.

La movilización de masas populares y una convención en la plaza pública contrastaban radicalmente con las costumbres políticas del bipartidismo. En palabras de Braun, ese día «Gaitán volvió todo al revés y transformó simbólicamente a sus oyentes en actores de la historia».

Actualmente, los análisis consideran que Gaitán, más que un disidente del liberalismo, representa un nuevo movimiento que se convirtió en una alternativa política sustentada sobre un movimiento social.

Según Alfonso López Michelsen, «Gaitán, a diferencia de la casi totalidad de sus contemporáneos, era un socialista de convicciones», y así lo identificaron muchos de sus coetáneos.

Sin embargo, por la confusión que suscitan, las posiciones ideológicas de Gaitán han sido descritas como ambiguas y contradictorias. No obstante, ideológicamente existe continuidad en el pensamiento de Gaitán, tal como lo plasmó en Las ideas socialistas, en 1924, pero su acción política cambiaba de acuerdo a las circunstancias que se presentaran.

El historiador Gonzalo Sánchez establece una hipótesis que expresa claramente el accionar político de Gaitán y del gaitanismo: «El proyecto gaitanista no tiene una formulación acabada en un momento dado, sino que se estructura en su trayectoria misma, integrando al presente su propio pasado. Pero esto no invalida la posibilidad de definir, en cada una de sus etapas, blancos claramente diferenciables sobre los cuales recae el énfasis de su acción». En síntesis, lo que cambiaba no eran sus ideas, lo que variaba eran sus tácticas políticas.

El 20 de abril de 1946, en uno de sus acostumbrados discursos en el Teatro Municipal, Gaitán estableció la diferencia entre el "país político" y el "país nacional".

Según Gaitán, «en Colombia hay dos países: el país político que piensa en sus empleos, en su mecánica y en su poder, y el país nacional que piensa en su trabajo, en su salud, en su cultura, desatendidos por el país político.

El país político tiene metas diferentes a las del país nacional. ¡Tremendo drama en la historia de un pueblo!».

En las elecciones del 5 de mayo de 1946, ganadas por el candidato del conservatismo, Mariano Ospina Pérez, el candidato oficial del liberalismo, Gabriel Turbay, obtuvo la segunda votación.

Gaitán, con una votación significativa, quedó en tercer lugar, con mayoría en los principales centros urbanos del país.

Para Gaitán, las elecciones habían sido sólo un peldaño más en el camino a la presidencia. A partir de este momento reinició la campaña "Por la reconquista del poder".

Como lo señala Braun, «con los conservadores en el poder, Gaitán se apoderaba de un partido liberal en la oposición. En la derrota liberal [Gaitán] vio su propia victoria».

El 18 de enero de 1947 se inició una convención popular para escoger candidatos a las elecciones al Congreso, durante la cual se presentó la plataforma y los estatutos modernos del partido liberal, documentos conocidos como la "Plataforma del Colón", que propugnaba por la democracia social y económica.

En las elecciones legislativas del 16 de marzo de 1947, se confirmaron las mayorías electorales del gaitanismo. A los pocos meses, los dirigentes tradicionales del liberalismo debieron reconocer la jefatura única de Gaitán en el partido liberal.

Entre julio y agosto de 1947, Gaitán presentó a consideración del Congreso un proyecto de ley conocido como el "Plan Gaitán". El proyecto contemplaba fundamentalmente reformas democráticas en la esfera económica; sin embargo, la oposición del Congreso frustró las propuestas del plan.

La complicada situación de violencia política del país en los dos últimos años, llevó a Gaitán a organizar, el 7 de febrero de 1948, la "Manifestación del Silencio" que convocó a más de cien mil personas en la Plaza de Bolívar.

La impresionante marcha demostró la disciplina y organización alcanzadas por el movimiento gaitanista, lo que causó temor en los sectores tradicionales del bipartidismo.

Pocos días después, Gaitán fue a Manizales y pronunció la "Oración por los Humildes", como homenaje a los liberales asesinados el 15 de ese mes.

El 18 de marzo, ante la violencia incontrolada del régimen, Gaitán puso fin a la colaboración de los liberales con el gobierno de Ospina Pérez. El 30 de marzo se inauguró en Bogotá la IX Conferencia Panamericana; la delegación colombiana estaba presidida por Laureano Gómez.

De esta Conferencia fue excluido Gaitán. El 8 de abril, como defensor del teniente Jesús María Cortés Poveda, Gaitán obtuvo su último éxito profesional.

El 9 de abril, a la 1:05 de la tarde, al salir de su oficina, Jorge Eliécer Gaitán cayó asesinado. Su muerte provocó una insurrección popular en todo el país, quizá la mayor que se ha visto en la historia de Colombia, que destruyó el centro de Bogotá, y se conoció como El Bogotazo.

El presunto asesino de Gaitán, identificado como Juan Roa Sierra, fue golpeado, arrastrado y crucificado frente al palacio presidencial. A partir de ese momento la multitud fue creciendo en cuestión de minutos hasta levantarse una inmensa masa humana cuyo único objetivo inicial fue linchar al presidente del momento, el Conservador Mariano Ospina Pérez.

A medida que avanzaba, la multitud fue recolectando cualquier herramienta que le sirviera de arma irrumpiendo en los almacenes, en particular las ferreterías, y recolectando armas de las estaciones de policía, cuyos oficiales no sólo no dispararon a la multitud sino que parecían estar colaborando con ella en aprovisionarlos con armas.

La defensa del palacio por la guardia presidencial y los francotiradores localizados en las partes más altas impidió que la multitud entrara al palacio donde se hallaba el presidente que acababa de llegar. Si los tanques de guerra hubieran demorado, el pueblo habría podido lograr entrar a palacio ya que a la guardia se le estaba terminando la munición.

La multitud daba paso a los cinco tanques pues creían que estaban apoyando su causa, y muy probablemente así fue, hasta el momento en que fue muerto el coronel que los comandaba poco antes de llegar al palacio. Una vez en la plaza los tanques giraron y dispararon a la multitud frustrando su plan.

La multitud reaccionó replegándose en las calles y almacenes y destruyendo cualquier objeto o persona que simbolizara lo que ellos consideraban culpables del asesinato del "Jefe": partidarios del partido Conservador, la iglesia, la oligarquía, etc.

A Gaitán no se le pudo hacer funeral adecuado. La situación de orden público obligó a sus familiares a sepultarlo en su propia casa del barrio La Soledad, (hoy Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán) en donde reposan sus restos. Posteriormente, la violencia bipartidista se extendería a otras regiones durante la época conocida como la La Violencia.

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