sábado, 3 de octubre de 2009

Las cosas no son como parecen

Las cosas no son como parecen

Por: Osado de Rodas

Después de las consultas de los partidos Liberal y Polo Democrático para escoger entre otras cosas los candidatos a la presidencia de la republica que van a enfrentar a la maquinaria uribista en las próximas elecciones quedan varios asuntos que sería bueno tener en cuenta antes de tomar algún tipo de decisión apresurada para la escogencia de candidato a la presidencia.

El actual gobierno que se pretende reelegir indefinidamente utilizando mecanismos tan ilegales como negociar con Yidis Medina y Teodolindo Avendaño y feriar notarías para lograr la aprobación de la primera reelección, hoy abusando de este poder se ufana públicamente al mandar capturar personas en eventos públicos, se previene y ataca a sus contradictores mandando a chuzar los teléfonos de los jueces, periodistas y demás miembros de la oposición , además en el más oscuro y tenebroso episodio de toda esta pesadilla que vive la democracia colombiana miembros de los servicios secretos del gobierno se ven seriamente involucrados en denuncias por promover asesinatos a cambio de recompensas.

En materia de corrupción los abusos no han sido menores al otorgar zonas francas sin el cumplimiento de los requisitos donde se favorecen de manera multimillonaria a los mismos hijos del presidente, en la violación de los derechos humanos también tienen serias y comprometedoras acusaciones a nivel nacional e internacional por desaparecer sindicalistas, comprar testigos y reunirse con criminales en la Casa de Nariño.

Lo que se pensó se había superado en materia de corrupción con la desaparición de los cuestionados auxilios parlamentarios hoy se han vuelto a revivir pero de manera centralizada en la figura del presidente quien hace política a favor de su propia reelección repartiendo dinero en los consejos comunales todos los fines de semana. La educación no podía estar menos perjudicada, a los recortes y la mala calidad de la educación pública hay que sumar el nombramiento de rectores cercanos a los paramilitares en las universidades públicas. La tan sonada y publicitada seguridad democrática se ha centrado en infiltrar con paramilitarismo al DAS.

Otras de las perlas para sumar a esta intención reelecionista está el hecho de repartir arbitrariamente las concesiones de vías por cuenta de un Ministerio de Vías y Transporte que ha retrasado la red vial del país más de 10 años, además la absurda y autoritaria política del Ministerio de Agricultura (el del candidato conservador conocido como "Uribito") de quitarles los terrenos a desplazados para dárselos a los ricos, lo mismo que regalar 250 mil millones de pesos a quienes financiaron las campañas de reelección y referendo del presidente con el programa Agro Ingreso Seguro.

Sin embargo luego de las elecciones del pasado 27 de septiembre, ante el bajo número de votantes (propio de este tipo de consultas en todo el mundo) el gobierno y sus firmas encuestadoras apresuradamente publican victoriosamente unas encuestas triunfalistas que por encima y sin el mayor análisis dan al presidente reeleccionista como el virtual ganador de las próximas elecciones con un cálculo aproximado de nueve millones de votos pero que no resisten el menor análisis, según un cálculo simple: Si Gustavo Petro del Polo Democrático obtuvo 223.000 votos en las elecciones y en la encuesta de la maquinaria uribista eso es igual a un 8%, y el candidato oficial del Partido Liberal Rafael Pardo Rueda obtuvo 376.000 que equivalen a un 5% sumados estos nos dan 600.000 votos que equivalen al 13%, entonces el 63% que registro la maquinaria uribista seria de 2.900.00 votos y no de nueve millones como salieron los furibistas a vaticinar para el referendo, lo que de manera inmediata nos dice que el referendo se quemaría y no dejaría a Uribe como ganador. Así las cosas el camino para las próximas elecciones apenas comienza y muy a pesar de la avalancha mediática a favor de la reelección y el despilfarro de dineros oficiales en favor de la misma, la reelección del presidente y de toda su corte corrupta y abusadora de los derechos humanos está en veremos.

Los votos de las consultas de ambos partidos fueron legítimos, sin maquinarias ni dineros oficiales, sin repartición de notarias, puestos, contratos o zonas francas como acostumbra el gobierno acomodar sus mayorías, los votos de las consultas fueron en su mayoría de opinión en condiciones especiales por la falta de estímulos diferentes a los ideológicos y partidistas que solo atraen a los militantes propios de cada partido. Ahora nos queda esperar que se "desuribice" la campaña y que mediante verdaderos acuerdos programáticos definidos para superar la crisis colombiana de pobreza y falta de oportunidades se pueda superar este difícil trance que vive la democracia y la libertad en Colombia y podamos elegir un cambio. Es hora de cambiar.